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Mostrando entradas de 2018

un poema sin final

entro a todo lo que cae con una fuerza más oscura que la gravedad entro para caer también para sentir el peso para saber morir en caso de que mueran otros y en el fondo desconocido hay un poco de nada danzante entre pedazos de cuerpo y vómito vértigo y en cayendo hasta el fondo no hay palabras tampoco centro no hay política dura ni poética in extenso solo respiración agitada solo músculos en tensión tendiendo tejidos entre los límites de este cuerpo y la mente

Un río de nada en el que nadie puede nadar

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El río , la nueva película de Juan Pablo Richter se estrenó el 2 de agosto en todo el país. Es una obra que por su temática me hizo recordar dos hermosos cuentos: Nadar de noche de Juan Forn y Proteo,cazador de Sebastián Antezana. En ambos cuentos y en la película, los protagonistas tienen relaciones conflictivas con sus padres, mediadas por la masculinidad tóxica, el machismo en su máxima expresión. En ambos cuentos, tanto como en la película, vemos a hijos que tratan de entender y asimilar estas relaciones llenas de violencia, escritas en el código de lo macho. En El río y en Proteo, cazador , los padres enseñan el poder matando animales. En El río y en Nadar de noche , el agua es la clave, el detonador existencial de todo. El agua es, por excelencia, un gran conductor. El agua es también el elemento básico de la vida; es propiciadora, al mismo tiempo que lava, también puede ensuciar y así como da vida, también puede matar. (Las horas que pasamos en el ag

poemita fuera de foco II

este camino de todos los días tiene una cualidad de aberrancia paso por la misma calle con su espejo de rey dejando la fiesta  que retumba a mis espal das donde el conflicto me hace eco lacerante cicatrizante imbricándose-me con deformas en el atrás por donde entra también el resfrío y el mal de amor y el orgullo insignificante de sobrevivir un día menos

poemita fuera de foco

un montón de lugares para estar en un pasillo del supermercado recogiendo los rollos de papel higiénico que dejaste caer por torpeza en otro país en una cama pequeña con varios abismos de interferencia emocional  en otra ciudad en la calle sin poder parpadear mirando cómo el hielo rebota en el piso  en otra casa sin poder dar un paso más en una esquina de la calle que llega a la que ahora es mi casa mi casa en la silla de la oficina frente al escritorio lleno de papeles que aún no serán archivados  en el garaje de la casa de mi abuela parada frente a las plantas que ya no pueden detener su crecimiento en una esquina de mi cabeza un segundo antes de atravesar un hueco negro de preguntas en el hueco en forma de mi cuerpo que hay entre tus dos brazos  en estas horas sin poder dormir y en la certeza de que en un par de horas  estaré en tanto miedo

Mujeres que escriben. Literatura y feminismo.

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Mujeres que construyen casas, mujeres que cocinan, mujeres que nadan, mujeres que escriben. La escritura es un trabajo como muchos otros que exige esfuerzos, formación, alcance de resultados, oferta de bienes y servicios y un pago. Pero también como cualquier oficio está atravesado por el machismo que se hace tangible en muchos aspectos como la brecha salarial, la violencia y la discriminación. El pasado domingo 3 de junio en la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz se llevó a cabo el conversatorio Mujeres que escriben. Literatura y feminismo organizado por Centro de Investigaciones Sociales CIS. En testera me acompañaron las escritoras y feministas Fabiola Morales, Liliana Colanzi y Magela Baudoin, y también fueron convocadas a participar Patricia Gutiérez, Antonia Alemán, Lucía Carvalho, Marcia Medieta, Melissa Sauma y Valeria Sandi. En 1929, Virginia Woolf escribió Una habitación propia , un texto importante para las feministas, pero especialmente para las e

Vademécum

La vida tiene cosas buenas como levantarse de la cama, ir al baño y hacer pis con la puerta abierta Luego volver a la cama y explosionar en millones de partículas tan infinitas como las posibilidades desaparecer el cuerpo Cosas buenas como comer maní con uvas pasas de desayuno mientras la nada ingresa en la habitación ocupándolo todo botando las partículas flotantes de mi cuerpo para asentarse   f  i  n  a  l  e  n  t  e sobre mi cama sin mí Así me imagino que también pasaría con tu cuerpo, abuela, tu cuerpo que por los años y todas las palabras que ya usaste, es más ligero F  i  n  a  l  m  e  n  t  e        f  i  n  a  l  m  e  n  t  e este cerebro con el que te imagino desintegrada es solo cuerpo aunque me gustaría decir que en verdad es con mi piel que imagino tus partículas flotando en el espacio abierto con mi piel lisa que es memoria con mi piel lisa que tantas veces observé al lado

La blue whale

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acabo de ver la fotografía de la silueta de una blue whale en el océano pacífico bajo un bote pequeño flotante desolado Ahora yo me veo nadando en el océano pacífico y con todo el ímpetu posible alcanzo su cola. Los brazos se me van a desprender del cuerpo por la osadía de querer ser más rápida que la colosal. Ella que ya notó mi presencia disminuye su velocidad, quiere darme ventaja. Voy a mitad del camino. Mis pulmones podrían colapsar, pero continúo desesperada. Estoy. Casi. Ahí. Ahora ella se ha detenido por completo y con un ojo me sigue mientras paso. Estoy. Ahí. Llegué. No parpadeamos. Yo me concentro en observar el espacio de la comisura de su boca con esperanza. Se toma su tiempo, pero finalmente la abre. Me queda fuerza para un último impulso. Entro.

El asombro mundyano, de la poética a la política

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Laura Villanueva Rocabado nació en Oruro, Bolivia, en 1912. Murió en La Paz, en 1982. Desde Oruro, produjo la mayor parte de su obra. Su pseudónimo principal, el más usado, por el que la conocemos y estudiamos, fue Hilda Mundy, nombre que tomó prestado de una actriz de radio teatro de Londres. Entre 1932 y 1935 le tocó vivir la contienda bélica contra Paraguay por el Chaco Boreal, hecho político y social que atravesó su literatura de manera ética y estética, valiéndole uno de sus textos críticos de la guerra el exilio permanente a la ciudad de La Paz. Mundy publicó un solo libro en vida,  Pirotecnia. Ensayo miedoso de literatura ultraísta,  el cual salió a la luz en 1936, poco después de su llegada a La Paz. En esos años, la autora se desenvolvió en un panorama literario donde producía al mismo tiempo que María Virginia Estenssoro, Yolanda Bedregal, Arturo Borda y Jaime Sáenz. Según Rocío Zabala, autora del estudio introductorio del último libro mundyano publicado por la Bib

Revolución cultural, política y editorial

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La Biblioteca del Bicentenario de Bolivia (BBB) llegó el 2014 a llenar dos vacíos grandes: el rescate de obras y autores fundamentales para el país y la promoción de la lectoescritura a través del acceso a libros económicos. Es diciembre y concluyó mi segundo año formando parte del proyecto cultural más grande y ambicioso que ha visto Bolivia. En este tiempo, la línea de gestión cultural trazada nos ha sacado a las calles a democratizar los libros, venderlos a precios subvencionados, a hacer presentaciones y poner puntos de lectura en las plazas de cada departamento, a donar libros a centros culturales, bibliotecas y a unidades educativas. A la fecha, un equipo de trabajo de cerca de 30 personas se encarga de la gestión editorial, edición, diseño, corrección, difusión, gestión cultural, digitalización, distribución y ventas, gestión administrativa y legislativa de cada uno de los libros. Eso sin contar con el personal externo que aporta a cada título con los estudios intro