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Mostrando entradas de diciembre, 2020

De la poética a la política. Escrituras y feminismos.

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un no tan pequeño intro     Estas conversaciones son urgentes. Estos temas son urgentes. Estos temas no son nuevos, pero siguen siendo urgentes.   El feminismo es ese espacio luminoso -luz de fuego vivo-, lleno de contradicciones normales y desacuerdos, donde se piensa, repiensa, reinventa y se avanza cada vez más; con el peligro inminente, siempre sobre nuestros hombros, de también errar, retroceder o dormirnos mientras andamos.   A finales de agosto de este año, Lorena Amaro, académica chilena, escribió un ensayo titulado Cómo se construye una autora* y disparó un riquísimo y agudo diálogo entre escritoras chilenas acerca del oficio de la literatura, las formas de encararlo, la colectividad, el neoriberalismo, el contexto chileno y más. Escritoras alrededor del mundo siguieron atentamente el hilo del que participaron Lina Meruane, Alejandra Costamagna, Nona Fernández, Claudia Apablaza y otras.   Es tan solo natural esperar que cuando los tiempos y las condi

La pedagogía del aborto

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  A principios del 2009 me llamaron a una entrevista de trabajo que cambiaría mi vida de la manera en que solo pocos acontecimientos logran. Ahora, más de diez años después, entiendo que era muy joven para esa tarea y que cometí muchísimos errores, pero me consuelo pensando que quizá lo que me faltaba de experiencia vital lo compensé con pasión. Durante dos periodos fui la profesora de literatura de dos colegios muy distintos. Trabajé a diario con adolescentes y niñas y niños. Ahora, más de diez años después, reconozco que ese fue el trabajo más difícil que me tocó encarar. Esos años en el aula reímos mucho, leímos lo que pudimos, una vez lloré de enojo, dije malas palabras, grité, escondí algunos libros de la biblioteca para obligarles a escoger lecturas diferentes, les hice sacar una calculadora para que entendieran lo que significaba un salario mínimo, les vendé los ojos para que pudieran escribir sus sensaciones, les hice guardar silencio una semana entera para analizar los alcan

Alejandra Alarcón, una precipitación

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  Aproximaciones a El libro de la leche y El libro de la sangre   Una mujer sin rostro me mira. Intenta tocarme, pero no tiene manos. Está fuera, de foco, de casa, en la intemperie, bajo el sol, sus cabellos surcan con el viento. Está partida en dos, es probable que no sea una mujer, que sean dos mujeres. Yo tengo rostro, yo la miro buscando. Yo tengo manos, las estiro para tocarla y sentir. Sus heridas de mujer están abiertas. ¿Qué es ser mujer? ¿Cuáles son las heridas de mujer? Esa mujer no tiene rostro, pero tiene vagina. Sus senos están inflados, de ellos brota un líquido que baja hasta unirse con otro líquido que surge desde la incisión que refrenda su maternidad. ¿Una mujer es una madre? ¿Una madre es una mujer? Si algo pasa en esta imagen, es que de repente me ha inundado. Ahora mis ojos están inmersos en un humor vítreo compuesto de leche y sangre.   El párrafo anterior corresponde a una de las piezas que componen El libro de la leche y El libro de la sangre , series

¿Democracia feminista?

A un par de meses de terminar el 2020, con las elecciones generales de Bolivia y de Estados Unidos en puerta, atravesando una emergencia sanitaria y social mundial, incendios forestales, crisis económicas, altísimas tasas de violencia contra las mujeres, crímenes de odio contra las poblaciones LGBTQ+ y más; creo que nos debemos al menos la sinceridad de admitir que las estructuras, tal como las hemos pensado, no están funcionando; que las bases de nuestras concepciones más queridas y las que pretendemos defender con más ahínco, pueden ser aquellas que más daño nos hacen.   Nos debemos reconsiderar los fundamentos sobre los cuales hemos construido nuestras sociedades machistas, racistas, discriminadoras y violentas, que no hacen otra cosa que seguir reproduciendo desigualdades.   Uno de esos conceptos es el de la democracia.   Cabe preguntarse: ¿por qué siempre estamos hablando de salvar la democracia, pero nunca de cambiarla? El feminismo, forma de pensamiento, vida y p

Atravesar - Un texto de cuarentena

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El reloj decía 5:00 am, todavía daba vueltas en la cama, sin poder apagar la maquinaria de pensamientos extraños y feos que anida mi cabeza. La oscuridad era completa, a mis espaldas tenía la cortina cerrada porque mis ojos que normalmente no ven, lo hacen mejor sin luz. Cinco aeme y de repente escuché una respiración agitada, acompañada de pasos rápidos, coordinados. Una hora antes de que los pajaritos, los autos y los perros destruyan la ilusión de silencio, pasa un hombre corriendo.   Asumí de inmediato que era un hombre porque yo no me animaría a salir sola a esa hora, le tengo miedo al virus, al encierro, a que mis músculos se atrofien y al enredo mental; pero temo más a los violadores.   Envidio profundamente al hombre que corre. En cuestión de segundos su rumor desapareció. Hace tres meses y medio vivo en esta casa y las hormigas recién se presentaron ayer. No existían y ahora se desplazan sobre mi cuerpo, mi territorio soberano. Estoy sentada en uno de los taburetes de la co