el poema de la espera

hace mucho que no hago nada , mamá ningún movimiento muscular o espásmico solo soy un cumulo de resistencia rumiando una instante que no ha llegado esperándolo para poder escribir y rotar sobre mi propio eje genético un segundo después de tu muerte, abuela , nuestros cuerpos se van a tornar en cristal o e n plastilina sumergida en agua o en el rigor de una espera infectada por la impaciencia hace meses que no hago nada, mamá nada que te pueda inflar el pecho de orgullo me he limitado a sacar la basura en bolsas negras a masticar carbohidratos a imaginar qué haremos el día en que el cuerpo de mi abuela se desintegre en luz que posteriormente se posará con todo su peso sobre nuestras narices *Fotografía de Nicolle Senseve