Mónica Velásquez, la máquina de pensamiento
Un texto sobre el libro Un presente abierto las 24 horas de Mónica Velásquez Guzmán No, Mónica, no estoy en La Paz, pero te juro que (leyéndote) acabamos de salir a caminar juntas. Bajamos desde la 6 de Agosto, le dimos una vuelta díscola a la plaza de la Chola Globalizada para llegar a sentarnos en ese café donde conversamos tanto aquella vez. Te hice mil preguntas, te reíste, me reí. Te dije que hace años intento ser la lectora a la que le escribes. Pienso que lo fui con La sed de donde bebes o Abdicar de lucidez , donde estudié cada uno de tus movimientos poéticos. Con Tres citas impuntuales, tiempo, poesía y falta (libro escrito con Fernando van de Wyngard y María Soledad Quiroga ) donde agradecí el acto de pensar la poesía (algo que por lo general los poetas no hacen, ojo con el masculino) y no reducirla al festivaleo de los recitales. Y ahora, en este presente que es cada uno de los tiempos verbales que nos ofrece nuestra lengua. Un presente abierto las 24